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“Que treinta años no son nada”

Artículo de Carmen Quijano  

Sobre Artesantander 2022

El sábado 16 de julio se inaugura en el Palacio de Exposiciones y Congresos la trigésima edición de Artesantander y en un soplo han transcurrido treinta años desde que la feria empezara su andadura, y en sus diez primeras ediciones tuviera como emplazamiento una carpa de más de 3.000 metros cuadrados junto al Palacio de Festivales de Cantabria. Han sido muchos los cambios sucedidos desde aquel inicio hasta su formulación actual en un formato de “Solo Project”, que posibilita, tanto a los profesionales como a los visitantes en general, profundizar de una manera amplia y cohesionada en cada una de las propuestas artísticas participantes.

La feria ha ido mutando, adaptándose a las rápidas transformaciones operadas en la sociedad y, no con poco esfuerzo, ha conseguido convertirse en un evento cultural de referencia, en un espacio de encuentro y reflexión que muestra las inquietudes de una sociedad en continuo cambio y transformación.

Anunciando la inminente apertura de la cita anual los paseantes de la ciudad ya se han podido encontrar en las marquesinas de acceso a cinco céntricos aparcamientos subterráneos las intervenciones artísticas que conforman el proyecto “Visiones Urbanas”.

La feria vuelve a generar, un año más, sinergias con el curso organizado por la Asociación de Coleccionistas 9915, y el Instituto de Arte Contemporáneo, incluido en la oferta de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Bajo el título «Coleccionismo y centros de arte. Iniciativas para el fomento del Arte Contemporáneo». En esta ocasión se pondrá el foco en la labor de los museos y centros de arte contemporáneos como espacios posibilitadores de discursos artísticos críticos e innovadores, así como generadores de conexiones y diálogo entre la cultura y la ciudadanía.

El comité de selección, en el que he tenido el placer de participar, ha sido renovado íntegramente y ha estado formado por Alejandro Alonso Díaz, Javier Díaz Guardiola, Vanessa H. Sánchez y María Regina Pérez. De los 78 proyectos presentados se han seleccionado, no sin cierta dificultad debido a la alta calidad de gran parte de las propuestas, 42 “Solo Project” que son un reflejo no solo de la variedad de los intereses e inquietudes de cada uno de los miembros del comité, sino que también aportan una panorámica múltiple y veraz de la escena artística contemporánea.

En la selección de esta edición se detecta una gran diversidad de planteamientos, temática y técnica, aunque hay que resaltar que lo pictórico tiene una presencia destacada este año. Por otro lado, catorce galerías participan por primera vez en la feria y entre ellas hay un número elevado que aporta nuevas perspectivas entorno a la práctica artística. El conjunto genera un equilibrio entre aquellas investigaciones que abordan temáticas relacionadas con la identidad, el territorio, el orden natural, los efectos de la colonización, el individuo, la digitalización, el feminismo, el cuestionamiento del medio, etc. y las que muestran un mayor interés por detenerse en lo micro, en las intrahistorias, en lo cotidiano, en lo esencial. En definitiva, todas ellas conforman una radiografía bastante fiel al mundo globalizado en el que vivimos.

El feminismo está presente en varios proyectos, aunque desde planteamientos bien diferentes. Emmanuela Soria Ruiz con “Running wáter” en la galería F2 (Madrid), propone una revisión de los mitos de la “Metamorfosis” de Ovidio en los que las ninfas protagonistas se transforman en objetos o elementos del paisaje para escapar de la agresión sexual a las que se ven sometidas en muchas de las narraciones. Desde posiciones más íntimas y cotidianas destacan los trabajos de Lucía Tello en Badr El Jundi (Marbella) y Anne Buckwalter en Rafael Pérez Hernando (Madrid), que guardan ciertas relaciones entre sí por la importancia que le confieren al espacio interior, la simbología otorgada a los objetos y el aire de misterio que desprenden sus pinturas. Lucía Tello parte de distintos objetos del imaginario femenino infantil configurando espacios pictóricos que combinan tanto interiores como representaciones inspiradas en lo natural generando atmósferas artificiales e idealizadas. Por otro lado, Anne Buckwalter centra su trabajo en la creación de una narrativa ambigua que consiste en la yuxtaposición de objetos cotidianos banales, con objetos más provocativos que le permite ahondar en cuestiones como el cuerpo femenino y los roles de género.

La denuncia de la situación de las mujeres afganas se hace visible a través de “The advantages of being an afghan woman (today)” de Maria Gimeno en la galería Caicoya (Oviedo). Con un marcado carácter interdisciplinar los distintos mensajes se ven potenciados por dibujos y grabados de manos de mujeres afganas imaginadas.

Desde postulados que abordan la práctica pictórica partiendo de premisas figurativas encontramos el potente trabajo de Juana González, en la Galería Siboney (Santander), en cuyas pinturas se ejerce una batalla sostenida entre la forma y el contenido. Sus obras contienen narraciones fragmentadas y un tanto confusas que surgen de la tradición barroca. Partiendo de esta misma tradición, pero con un mayor carácter narrativo, escenográfico y teatral se encuentra “Nothing to see here” de Jonathan Notario en la Ármaga Art Gallery (León). Otras propuestas, como la de Gloria Martín en Silvestre (Madrid) reflexionan sobre la propia actividad de la pintura articulada en torno al bodegón y compuesta por distintos elementos cotidianos del artista.

La mezcla de lo escultórico y lo pictórico tiene un papel fundamental en dos propuestas bien distintas: Josep Tornero en la galería La Gran  (Madrid) lo utiliza como una manera de activar el pasado desde diferentes interrogantes con el objetivo de reflexionar ante el tiempo, su historia y las posibles respuestas que albergan y Daniel Núñez en Yusto/Giner (Marbella) lo incorpora como medio de prestarle atención a lo aparentemente banal buscando la espiritualidad y lo bello en lo más cotidiano.

La abstracción pictórica entrelazada con lo poético y una profunda investigación sobre el color y la forma son delicadamente tratados en los trabajos de Rubén Rodrigo en Fernando Pradilla (Madrid); Alejandro Botubol en Llamazares Galería (Gijón),  Rebeca Plana en Álvaro Alcázar  (Madrid) y Elvira Amor en MPA (Madrid).

El dibujo ocupa un lugar destacado en la creación contemporánea y varios de los proyectos así lo atestiguan: Ana Bidart en Proyecto Paralelo (México) integra en su práctica conceptos como el tiempo, el espacio y el cuerpo; Rui Soares Costa en Salgadeiras (Lisboa) amplía su territorio a través del cuestionamiento de sus categorizaciones y Sara Agudo en Chiquita Room (Barcelona) cuestiona la autoría de las piezas resultantes ya que el viento es el creador de estás, y Debbie Reda en Exhibit (Santander) aporta la mirada más desenfadada y colorista.

Eltono en Set Espai D´Art (Valencia) mediante acciones ejecutadas en varias ciudades inventa sistemas donde la pérdida de control del resultado final es programada utilizando  el espacio público como soporte, estudio y fuente de inspiración.

Eva Rodríguez Góngora en Martínez&Avezuela (Madrid) aporta una reflexión sobre la naturaleza incidiendo en la potencia de lo ínfimo mientras que Irene Sánchez Moreno en Eldevenir (Málaga) nos presenta  la naturaleza como un espacio silencioso, donde la figura humana ha desaparecido generando un lugar de gran espiritualidad y recogimiento. También nos encontramos el medio natural con Noemí Iglesias en Espacio Líquido (Gijón), partiendo de las crónicas de cómo llegó a España la hierba de la Pampa y su posterior expansión por la costa del Cantábrico. Aporta una mirada crítica e irónica sobre la auto-representación de la globalización y los procesos culturales neocoloniales ocurridos en la historia contemporánea, atendiendo a las consecuencias medioambientales de ida y vuelta.

Cabe destacar proyectos muy interesantes a nivel de investigación, experimentación y puesta en escena como el de Susana Rocha en Nave (Lisboa), Mar Ramón Soriano en Nordés (Santiago de Compostela), Ester Merinero en Pradiauto (Madrid), Ana de Fontecha en Picnic (Madrid) y Víctor Esther García en ATM (Gijón).

Entre los proyectos que abordan las distintas problemáticas que origina la sociedad actual en el individuo destacan el de Manuel Minch en la galería Juan Silió (Santander) titulado “3 minutos, 3 días, 3 semanas”. En él se incide en el estrés provocado por la civilización hiperproductiva y en su somatización y efectos en el cuerpo humano, materializándolo a través de piezas realizadas con materiales y técnicas vinculados a la medicina, la construcción y la escalada. Por otro lado, Jorge Isla en Antonia Puyó (Zaragoza) realiza una metáfora sobre los desechos digitales generando un gran agujero o negro a través de la superposición de pantallas de dispositivos móviles en las que el individuo se refleja de manera fragmentada.

Y, por último, si el visitante quiere profundizar en proyectos que ponen en valor a artistas referentes en el arte español de las últimas décadas, no puede dejar de acercarse a contemplar la obra de Juan Hidalgo en Adora Calvo (Madrid), Gerardo Delgado en Rafael Ortiz (Madrid/Sevilla), Manuel Calvo en José de la Mano (Madrid), Berta Cáccamo en Formatocomodo (Madrid) y Elena Mendizabal en Espacio Alexandra (Santander).

1  Carmen Quijano es gestora cultural, comisaria independiente y diseñadora. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca. Está especializada en la gestión de proyectos culturales, comunicación cultural, identidad corporativa cultural y edición de libros de arte. Fundadora de Carmen Quijano Studio, agencia de diseño integral especializada en el sector cultural e industrias creativas. En los últimos años ha llevado a cabo numerosas iniciativas: comisariado, diseño y montaje de exposiciones, identidad. gráfica, edición de publicaciones, coordinación de festivales y eventos. Es miembro del equipo docente de los Grados Oficial en Diseño del Centro Universitario Cesine. Responsable y codirectora del Programa Confluencias, proyecto de residencias culturales y creativas pensadas para generar redes de trabajo y posibilitar a profesionales foráneos un conocimiento profundo sobre la actualidad cultural de Santander y por extensión de Cantabria y del Proyecto Espora, programa de cultura y ciudadanía que promueve el acercamiento al arte contemporáneo.

(Fuente: www.carmenquijanostudio.com)